24 de diciembre de 2016

La Navidad Es...




Según un articulo del diario Semana y reposteado en MSN noticias, Jesús no nació el 25 de diciembre: especialistas e historiadores como el profesor de Historia Antigua de la Universidad de los Andes, Jaime Borja, histórica y prácticamente seria invalida la tradición de que el Niño Dios nacera en el 25 de diciembre y mucho mas cuando la situación climática, cultural y social no se daban para ese momento.

Según afirmó el profesor Jaime Borja"para acercarse a la vida de Jesús, hay que diferenciar entre el Jesús simbólico y el histórico, y no hay referencias bíblicas ni documentales que sugieran que Jesús nació en la madrugada del 25 de diciembre". En palabras del experto, "la vida de Jesús no fue documentada por la autoridades romanas ni por los historiadores de la época; y mas bien, los recuerdos que quedaron en los testimonios orales del siglo I son alegóricos, simbólicos, ejemplificantes y no históricos"

"El Jesús histórico pudo nacer el 25 de diciembre o en cualquier otra fecha..."(afirma ell historiador) "...pero no es posible saberlo con precisión y no hay ninguna pista que lo sugiera dentro de la Biblia""Lo que existe, por el otro lado, son indicios que permiten pensar que no nació en diciembre. Por ejemplo, en el Evangelio de Lucas hay una referencia sobre su nacimiento. Antes de nacer el mesías, los pastores velaban mientras sus rebaños pastaban. El problema geográfico, evidente para quien conozca el clima en Palestina, es que los pastores no hacían vigilias en invierno por las bajas temperaturas. Las ovejas y los bueyes eran resguardados durante diciembre y enero".

Otro argumento para afirmar que Jesús no nació el 25 de diciembre es que "los censos romanos, como el ordenado por Augusto que obligó a José y a María a viajar, no ocurrían en invierno. Un censo era una medida impopular: estaba relacionada con el pago de impuestos y el reclutamiento. Le recordaba a una región inestable como Palestina el poder de los romanos. Entonces, es muy poco probable que se tomara la medida en pleno invierno, cuando el mal clima dificulta desplazarse a las ciudades de nacimiento".



La conmemoración litúrgica de gran parte de las iglesias y cultos cristianos en el 25 de diciembre, afirma el experto, "...no está relacionada con el Jesús histórico, ni con el bíblico, sino con las religiones politeístas del Mediterráneo". 


También, en el mismo espacio informativo, según el historiador de las religiones Mircea Eliade, "el 25 de diciembre se conmemoraba el nacimiento de todas las divinidades solares orientales", y Jaime Borja, de la misma forma, afirma que "ese día es el solsticio de invierno y se conmemoraban las fiestas saturnales en Roma, que representaban el triunfo del sol sobre las tinieblas. Lo que ocurrió fue que Jesús reemplazó al dios solar, que derrotaba cada año a las tinieblas".



En el articulo que vi hace ya pocas horas antes desde MSN Noticias, y cito textualmente y de forma integra el mismo por cierto: en Roma convivían cientos de tradiciones religiosas del Mediterráneo. Isis, Set, Baal y Hera eran dioses populares: los veneraban desde las capas sociales más bajas hasta los emperadores. Por ejemplo, Cómodo (185-192) se había iniciado en los Misterios de Isis y de Mitra. Sin embargo, de todos los dioses el sol había sido uno de los más venerados por griegos, romanos, persas y egipcios. Constantino (272-337), antes de convertirse al cristianismo, seguía al Sol Invictus y lo consideraba el fundamento del imperio. La arqueología es rica en pruebas: las inscripciones dedicadas al sol son recurrentes en las monedas y los monumentos.

La conversión del mayor seguidor del Sol Invictus al cristianismo determinó la mezcla de elementos solares en la iconografía y en la liturgia cristiana. Lactancio, un escritor cristiano del siglo IV, sostiene que Constantino fue advertido en sus sueños: debía grabar en los escudos el signo de la cruz antes de entrar en batalla de Milvio. Eusebio, obispo de Cesarea, lo describe de otra forma, en medio de la batalla, Constantino vio el signo de la cruz en el horizonte y oyó una voz que le decía, “Por ella vencerás”. Por la noche Cristo se apareció y lo invitó a convertirse. 



Desde entonces, el cristianismo pasó a ser la religión imperial. Los cristianos ya no serían perseguidos, acusados de ateísmo, atropofagia, infanticio y de practicar orgías en las iglesias. Tampoco serían obligados a sacrificar animales en honor a los dioses romanos. Sin embargo, el mayor peligro al que sometían los cristianos era más sutil y venía de adentro: el surgimiento de las herejías. Dentro de la iglesia no había canon, los apóstoles ya estaban muertos y circulaban una serie de textos diversos y contradictorios, como el Evangelio de Tomás, el Evangelio de la Verdad, el Evangelio del Pseudo Mateo, los Hechos de Pedro, los Hechos de Juan. 



Dentro de las diferentes interpretaciones había unas más radicales que otras. 70 años después de Cristo, por ejemplo, Simón el Mago fue denunciado como el primer hereje por los cristianos. Simón consideraba a su pareja, Helena, una prostituta de un burdel en Tiro, la encarnación del pensamiento de Dios y una reencarnación de Helena de Troya. Simón rechazaba los contenidos del Antiguo Testamento y reducía el canon al Evangelio de Lucas y a las epístolas paulinas. Desde luego, había otras interpretaciones menos excéntricas. Arrio, sacerdote de Alejandría, discutió el concepto de la Trinidad con profundas reflexiones filosóficas e inició una herejía muy popular, el arrianismo.

Según el famoso teólogo alemán Walter Bauer, “el cristianismo primitivo era muy complejo y admitía expresiones múltiples y variadas, inclusive, las primeras formas que adoptó el cristianismo se aproximaban a las que pasado algún tiempo se considerarían heréticas”. Durante los primeros años, hubo muchas incorporaciones paganas, los cristianos influidos por las ideas gnósticas y platónicas dividieron al hombre en dos, uno psíquico inferior y otro espiritual que era superior. De ahí, la idea cristiana de despojarse del hombre carnal para hacerse puramente espiritual. Se tomaron muchos elementos prestados de otras religiones, por ejemplo, la ascensión del alma a un mundo celeste aparecen entre los mandeos, egipcios y persas. 

El triunfo del cristianismo en Roma implicó que se fijaran cánones y las otras interpretaciones se volvieron heréticas, pero también implicó la incorporación de tradiciones religiosas del Mediterráneo, que se escogieron con mayor orden que durante los primeros años. Con el triunfo se le puso coherencia a corrientes religiosas contradictorias. Según Mercede Eliade, el Cristianismo de Roma surgió como una concepción religiosa organizada desde la razón, marcada por el pensamiento sistemático de la filosofía griega y mezclada con elementos jurídicos del orden romano, cargada de rasgos religiosos paganos con orígenes antiguos, como la Navidad.

Bien, apagando la polémica en este instante, y de verdad no comparto as opiniones de los expertos en gran medida y respeto las religiones si respetan mi persona y el sentido comun, ademas de los derechos de las personas, me pregunto en este instante, cuando observo desde la ventana de la sala aquellas decoraciones y luces que se prenden y apagan decorando las casas vecinas, pensando en los momentos tristes y felices del pasado, mientras escribo estas letras en este 24 de diciembre en horas de la tarde: ¿Que es la Navidad?

Esta pregunta depende de las personas que la vivan y no depende de lo que digan otros, obviamente.


Algunas religiones y ramas del cristianismo como Los Testigos de Jehova, afirman lo mismo, que estas fechas son de origen pagano y que ningún cristiano que se digne de serlo debería celebrar unas festividades sicreticas del Culto al Sol con ideas y palabras de la Biblia, a lo cual, seria una fiesta pagana y sacrílega mas. 



Para los ateos militantes, en cambio, siguen la opinión de los historiadores: es una evidencia de las mentiras de la Cristiandad y, por ende, de las religiones y sectas organizadas: toda idea religiosa o dictamen religioso, según ellos, gran parte de ellos, son inspirados y hasta copiados al calco de religiones desaparecidas años atrás o de religiones antiguas, mitos y demás leyendas que viven en la actualidad, y que han enriquecido la creencias religiosas hoy en día.





La Navidad para muchas personas, para la gente común, es un tiempo de estar junto con la familia, de reencontrarse con los valores familiares, de estar reunidos a rememorar detalles y momentos buenos pasados, deseos del presente y los planes a futuro. También la Navidad, en especial para las familias felices, los corazones generosos o altruistas sinceros, es tiempo para compartir, dar y recibir las cosas buenas a cambio de otras, sean estas bienes materiales, ayuda o unas "gracias" mas una honesta y bienintencionada sonrisa.

La Navidad es para la gente de negocios, en cambio, solamente una época donde la economía se mueve gracias a una fecha tomada como un pretexto de hacer negocios: Estas fechas son, a nivel global, la época donde la economía es más dinámica y donde se hacen muchas ganancias millonarias a nivel global.


La Navidad, para los que han perdido a alguien que lo era todo (y peor si lo perdieron para estas fechas) es un momento de profunda tristeza, dolor y de depresión profunda que hacen de esas fechas una tortura o algo insignificante y sin trascendencia en nuestra vida; se echa de menos a un ser que estuvo con nosotros en gran parte de nuestra vida, compartiendo todo en la vida hasta que la muerte, la decepción o el odio más profundo nos separó de ellos.

Los que están en contra del sistema, anarquistas, revolucionarios y libertarios, la Navidad es solamente "Pan y Circo"; solamente una fecha del año creada por la sociedad, las élites gobernantes y el sistema politico-economico y social en el que vivimos para mantenernos entretenidos, mantenernos ignorantes o idiotizados, en la falta de conciencia en nuestra verdadera situación problemática, un momento de distracción de los tantos que no nos deja salir de la "Matrix", es decir, del dominio de los que nos oprimen a diario desde las cúspides del poder para hacer con nosotros lo que les plazca sin importar el daño que nos hagan a toda la humanidad.


Para los sinceros y cínicos honestos, la Navidad no es más que una época de hipocresía y un modo de de maquillar las heridas infringidas a traición o de forma descarada a la gente buena y/o de ocultar las intenciones verdaderas de la gente por motivos personales egoístas; los mismos gestos navideños, gracias a la actitud sincera sin pelos en la lengua ni medias tintas, deberían según ellos ser borrados de la faz de la tierra por medio de la verdad más cruda, con pruebas dolorosas y la actitud más cínica, descarada y a la vez, lo mas ética y sana posible.

Para los filósofos, filántropos y realistas con la vida en general, no es más que mera fiesta en donde la buena comida insulta el hambre que hay en el mundo, las grandes cantidades de alcohol desbordan como cataratas e intoxican el alma; en las que el intercambio de los costosos regalos compran el amor y el respeto además de las conciencias, las apariencias valen más que los sentimientos, las decoraciones avivan las nostalgias, la ropa de buena marca y a la última moda son el reflejo de la moral en decadencia. 

La Navidad, para los cristianos del mundo entero, es el momento más hermoso del mundo, en el cual recordamos el día en que ocurrió el milagro más trascendente y más maravilloso de Dios: el nacimiento del Mesías, el Hijo del Altísimo Jesús de Nazaret; millones de cristianos devotos aun celebran alrededor del mundo el día en el que el Rey de Reyes nació en un pesebre, fruto del vientre de María Virgen y quien después el mismo Dios años después tanto amo al mundo, que entregó por amor a su hijo en sacrificio, para perdonar por completo nuestros pecados. Aun hoy cristianos de todas las denominaciones festejan con rezos, alabanzas y también con agradecimientos porque la humanidad fue bendecida por ese pequeño infante que llegó a ser el Hombre más Grande de toda la Humanidad.

Para los que no creen en ella, sean ateos, agnósticos, escépticos o cualquier racionalista, es simplemente un vestigio de cultos antiguos ya olvidados y que fueron transformados en la Navidad que conocimos por diversas razones o motivos; es solamente una fiesta de origen pagano, donde en varias tribus y antiguas civilizaciones alrededor del mundo, casi siempre en el solsticio de invierno celebraban el comienzo de esa época del año y  plagiada simultáneamente de antiguos rituales de adoración del Sol, transformándose y adaptándose en distintas épocas y momentos hasta el día de hoy. Los no creyentes afirman que incluso los romanos celebraran la fiesta del Sol invencible (Sol Invictus) el 25 de diciembre, y que a la larga, por cuestiones políticas y religiosas fue adaptada por la Iglesia Católica en el tercer siglo Después de Cristo para permitir la conversión de los pueblos paganos al naciente Cristianismo. Investigadores afirman incluso que el papa Julio I pidió en el año 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha y el papa Liberio tiempo más tarde decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en el año 354 para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades tradicionales.

La Navidad para los decepcionados de su existencia, no es más que una farsa impuesta y/o auto impuesto para escapar de una triste y amarga realidad que muchas veces, es simplemente un estado, un problema o un dilema donde para nada se puede salir o resolver.

Algunos en cambio, con el corazón puro y sincero, esperan la Navidad con ansias, como los niños y niñas que quieren que Santa Claus, El Niño Jesús o Los Reyes Magos les traiga sus juguetes, un medio material que les ayuda a crear sus fantasías y diseñar consciente e inconscientemente su futuro en la forma de juegos.

Otros, quienes sufren de la melancolía más profunda, la nostalgia de no haber hecho las cosas como deseamos, de depresión, soledad o pobreza constante de espíritu, hayan perdido a un ser querido por esas fechas o quienes han tenido un pasado oscuro o recuerdos muy terribles de sucesos acontecidos por estos días, la Navidad, como todo el mes de diciembre, es una época donde  quisiéramos cerrar los ojos, encerrarnos en un cuarto y esperar a que pase rápido esa "tortura".

Para los sociólogos y la sociedad tradicional, la Navidad es una fecha en que se promueve los momentos en la cual debemos por norma social, casi de forma obligatoria, sentimientos de alegría, frenesí festivo y reunirse con tus allegados por tradición, al igual que los momentos solemnes como los ritos religiosos y el honrar los símbolos patrios.

La Navidad para la gente en un estado de pobreza o miseria económica o de cualquier tipo, es como una bofetada a su rostro; un momento en donde de forma intencional o de forma inconsciente e indirecta observa a los demás, quienes son prósperos en estas fechas, quienes están disfrutando de los regalos, la ropa de buena marca, una buena cena navideña y demás mientras su situación económica es más que comprometida. Aquellos que por desgracia pasan la Navidad sin cena ni ropa ni regalos para sus hijos se sienten impotentes, dolidos o completamente decepcionados y con rabia a causa de una pobreza o miseria surgida de una catástrofe natural, una guerra sin cuartel o por alguien quien les quite los recursos o medios para vivir o por aquellos que le niega sus derechos más elementales por cualquier motivo; a veces se llena de vergüenza o se arrepiente cuando esa pobreza es a causa de su irresponsabilidad, sus adicciones, mala administración, derroche o mera estupidez.

La Navidad para los que son víctimas de la violencia, de la delincuencia, de los odios y de las tantas guerras en el mundo, es un día de esperanza y un momento de rogar por la paz, salud, bendición y de esperanza para seguir viviendo y salir de ese infierno.


La Navidad para los que creen en Ángeles y seres espirituales además de Dios, es un gran espíritu que esparce todo el amor y la paz para quien lo necesite, para los que consiguen vivir la navidad en el día al día y para los que logran entender luego de golpes en el diario vivir el verdadero significado de lo que es la vida plena.

La Navidad para las personas de buena voluntad, es la epca para ayudar a quienes lo necesiten, de realizar actos de caridad y de herismo para el bien del projimo, haciendo  el bien sin mirar a quien y hacer algo especial por alguien que lo necesite. La navidad para ellos es también un día para compartir los momentos de alegría, el renacer de los sentimientos más nobles y emociones espontaneas formadas desde lo más intimo del corazón, un momento de sanar las heridas emocionales de un doloroso pasado, de buscar un dialogo mas sincero y pacifico con nuestros semejantes ante un problema o divergencia alguna, de tener la fe y convicción de que podemos lograr todas las metas deseadas que no hemos podido alcanzar por una razón u otra.


Para los que creen de una u otra forma en lo espiritual, no importando la religión o cultura, que aunque otros le dé un valor comercial, aunque sea una época de hacer compras o una fecha más del calendario, presumir de nuestros regalos o de estrenar nuestras mejores galas, la Navidad sin duda alguna es la época donde de una u otra forma ocurren los milagros.

Entonces, ¿qué es la Navidad para mí, para ti y para los demás? Diría que depende de la condición en que uno esté; es así de simple, pero a la vez aleccionador.

Ahora que escribo estas líneas, les digo que si bien la Navidad (lo mismo que otras fechas de concordia, paz, felicidad y hermandad de otras culturas o religiones) se vive de muchas formas, ya es un fenómeno social en gran parte del mundo que si importar los años, décadas o siglos que pasen; el mismo es un recordatorio milenario, al igual que un dia de Año Nuevo de un nuevo comienzo y una oportunidad de renovación como persona. Al igual que el Sol muere al anochecer y vuelve a aparecer en el horizonte matutino, nosotros debemos iluminarnos y lograr las metas empezando primero en mejorar nuestra forma de ser.

Para mí y para los que aprecian cada minuto de su vida, la Navidad es solo un día más del año y pienso así porque la misma "Nochebuena" no solo se vive o se festeja cada 25 de diciembre de cada año sino todos los días, y la misma se llama felicidad y esta no se consigue afuera sino dentro de uno mismo.

Esta solo se consigue de varias formas posibles: eliminando los pensamientos negativos, siguiendo tus buenos deseos, conociéndote a ti mismo y sin aceptar la presión social; también se hace sin esperar que la felicidad venga a través de los bienes materiales, de los placeres pasajeros ni de las demás personas, ya que la felicidad no existe fuera y mucho menos de una festividad sino de cómo te sientas y te auto-realices, depende de cómo te sientes emocionalmente y de disfrutar el objetivo o motivo de tu existencia.


La Navidad es así para mí y para otros también; es época de felicidad, de tristeza,  de negocios, de milagros, de críticas, de contrastes y contradicciones en algunos momentos, es a la vez para todas y todos nosotros un tiempo de planificar y emendar errores que hemos cometido para lograr nuestro bienestar y futuro.

Si todo lo que estoy diciendo es por causa de un Espíritu Navideño, entonces bendito sea; si estoy en un momento de demencia temporal o sufro de esquizofrenia por decir estas cosas, llamen el camión del psiquiátrico por favor, acepto mi condición.


La Navidad se vive como nosotros la vivimos, la deseamos y la compartimos; está en nosotros mismos que la vivamos en paz y felicidad, cuando queramos y deseamos en nuestro corazón. Este es mi sincero mensaje navideño para mi familia, mis amigos y para todos ustedes y que haya para todas y todos nosotros amor, respeto, paz, felicidad y esperanza de un mundo mejor.



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