ADVERTENCIA PARA
LOS LECTORES
Este
articulo puede ser muy ofensivo para los lectores por la actual situación
política en el país, y pido que lean este post con la mente abierta y con algo
de humanismo en vez del ámbito político. Aclaro además que no pertenezco o sigo
una afiliación política como tampoco sigo o estoy de acuerdo en cualquier
sistema político, económico o social de algún tipo, por lo tanto, soy neutral,
salvo por el sentido común.
Debo
aclarar que esta es una opinión personal y no soy escritor profesional ni me
considero un autor de gran talento, solo alguien que escribe para expresar y no
para ganar una regalía o reconocimiento alguno, aunque me agradaría mucho.
No
pretendo para nada en ofender ni estar en contra de bandos o sistemas políticos
o económicos, sino a que reflexionen y piensen más en los que sufren en vez de
segur con las luchas sin medir consecuencias.
Gracias
por su atención.
Perdonen por mi tardanza en poner un articulo a
tiempo, pero en este preciso momento, me tome la libertad de hacer otro que de
por si es más personal ya que se trata de un problema que quizás nos ha
afectado a todos los habitantes de Venezuela y de América Latina, de una u otra
forma.
Ahora resulta que en Venezuela, en vez de la época
Carnaval, la fecha más alegre y divertida del año, en donde todos tiramos
papelillos, disfrutamos de las carrozas, besamos a nuestra pareja, nos reímos y
nos disfrazamos de ilusión, ahora en este preciso momento vemos automóviles
quemándose, personas encapuchadas lanzando cocteles molotov,
"besamos" las piedras que nos llegan en la cara.
No, no, no. Esto no es un chiste sarcástico y de
pésimo gusto, es lo que se vive ahora en Venezuela, la tierra en donde nací.
Hace días
salí de mi trabajo como ayudante del administrador un cafetín universitario
antes del horario acostumbrado gracias a una decisión del rector de la
Universidad del Zulia en Maracaibo, Venezuela; ¿cuáles fueron las razones del
porque debíamos volver a nuestras casas sacrificando un día de trabajo?: el
riesgo de un posible saqueo y daño a nuestra integridad física por las
protestas y grupos violentos que se encuentran en estos momentos en la calle.
El país
está en riesgo de un posible estallido social gracias a los conflictos sociales
y políticos gestados desde hace años en mi país, causados por una serie de
factores que ya en Latinoamérica y en el mundo lo saben, pero que de forma
directa afecta ya a nuestra ya alicaída economía, recientemente afectada por la
recesión del 2008.
Desde ese
día dejé de trabajar en el establecimiento hasta nuevo aviso por la situación
que ocurre en mi ciudad y mi familia en estos momentos, para colmo de males,
está con varios problemas encima, que a pesar de todo el esfuerzo en que se
hace para lograr mejorar nuestra situación, simplemente, es difícil resolverla,
mucho más con las calles en estado crítico de caos social.
Mientras
estoy escribiendo estas líneas, todavía pienso en el montón de barricadas que
están llenas de escombros, basura y cauchos (neumáticos o llantas) quemándose
junto con los reclamos, gritos, insultos y expresiones de frustración y lucha
de partidarios de uno u otro bando exigiendo su derecho a existir.
Es para
mí una rutina diaria escuchar en la ventana de mi sala, después de dispersada
la violencia en las calles ya entrada la noche, el insoportable sonar de las
cacerolas u ollas de cocina mas las consignas antigubernamentales por parte de
personas inconformes por el gobierno de izquierda de mi país (antiguos
gobernantes del país y actuales opositores, de ideología de derecha) junto con
el estallido de fuegos artificiales, la música popular y revolucionaria a todo
volumen mas las consignas políticas por partes de los seguidores del gobierno
de Nicolás Maduro.
Henrique Capriles Radonski, uno de los lideres de la oposición venezolana
|
Ahora que
estoy inactivo laboralmente y con urgencias (aunque todavía con Internet en mi casa por estar antes prevenido ante una eventualidad) siento la presión y el
constante temor de que en la universidad y en todo el país ocurra un paro
general como en otros tiempos (en el 2002 hubo uno por las mismas razones que
ahora), pero creo que soy privilegiado a pesar de eso, porque algunos miembros
de mi familia la están pasando muy mal y mucho peor está la gente de la calle
por la falta de acceso a su destino laboral (las calles están llenas de
obstáculos, en algunos lugares no hay transporte público, hay marchas o
protestas de calle, barricadas, etc.), el miedo justificado a los asaltos de
delincuentes oportunistas, la suspensión de actividades en varias empresas o
sectores claves de la economía, y paremos ya de contar.
Nicolas Maduro, presidente de Venezuela |
Hace 25
años, en un día 27 de febrero, ocurrió el estallido social en
varias ciudades en Venezuela en 1989, a causa de los ajustes económicos
drásticos (aumento de la gasolina, privatización de empresas e instituciones
públicas y privadas, más impuestos, aumento del precio de productos de primera
necesidad, devaluaciones, entre otras medidas) implementados por el gobierno de
esa época, causando que empeorara la crisis social, económica y política que se
vivió en ese momento; gran cantidad de personas salieron a las calles a
protestar, hacer barricadas, atacar comercios, saqueando centros comerciales y
exigiendo el cese de las medidas.
Pero en
vez de eso, recibieron la respuesta brutal del ejército, la policía y las
autoridades gubernamentales que trajo consigo la muerte de miles de personas,
miles de desaparecidos y miles de heridos, además de años de estado de excepción
y todas las garantías constitucionales suspendidas. Hasta el sol de hoy, a
pesar de las cifras oficiales, no se sabe en realidad cuantas personas con
exactitud fallecieron durante esos sucesos.
Ahora, la
situación actual, con otros motivos más profundos y mucho más graves que la
anterior, están en plena faena mientras se intenta recorrer las calles. En
cualquier momento, una situación igual o peor pudiera producirse si un acuerdo
de paz no se gesta a tiempo.
No me
gusta y nunca me ha gustado participar de política, ya que en estos días
hacerlo significaría estar de un bando u otro y eso significa estar en tensión
con mis semejantes, pero cada vez que pasan los días veo con sumo pesar que
está presente conflicto social en Venezuela se está acercando mas a un
conflicto armado entre dos bandos enfrentados por la lucha del poder por casi
veinte años.
Afortunadamente, en
esta última semana, el gobierno venezolano esta apenas empezando a buscar una
solución más viable para la crisis reinante, ya que desde hace tres días atrás,
el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a una la Conferencia Nacional
por la Paz, en donde se intenta acordar un tratado de pacificación o un acuerdo
para salir de la crisis de forma pacífica; se reunió con varios sectores de la
sociedad, entre ellos, parte de los grupos empresariales, algunos grupos de
oposición al gobierno, representantes de varias naciones, Organizaciones No Gubernamentales
y demás grupos sociales luego de varios días de protesta en Venezuela, en los que
por los momentos hay más de diez muertos en enfrentamientos y centenares de
heridos desde el 12 de febrero del presente año.
El presidente hizo
una propuesta para una posibilidad de dialogo, ante todos los sectores
sociales, políticos, empresariales, gremiales y religiosos de Venezuela y
aunque muchos acataron y cumplieron el llamado por buena voluntad, muchos
líderes políticos y estudiantiles representantes de la oposición, estuvieron
ausentes en la reunión en señal de protesta o desacuerdo.
Por los momentos,
a pesar de varios focos de violencia, el país se vive en una tensa calma luego de los llamados a la paz y la reuniones auspiciadas por los entes
gubernamentales para intentar solventar la crisis.
Debo
aclarar ante todos y todas ustedes que este articulo no es una crítica política
ni tampoco un mensaje político, no estoy con ninguna ideología ni sector
político alguno; primero, porque me considero neutral en esos asuntos; segundo,
porque soy seguidor del sentido común, de la razón y de la tolerancia mutua
entre todos los seres y si lucho por cualquier medio, será para defender al
quien necesite ayuda además de las ideas que he mencionado y si es por la
fuerza, responderé de la misma forma para defenderme.
Por
último, lo hago porque estoy cansado, casi sin fe alguna, desprotegido,
afectado y por sobre todas las cosas, defraudado por tanto conflicto durante
década y media, la falta de un acuerdo de paz, del aumento del deterioro de la
calidad de vida del país a raíz de esta crisis larga y que si todo sigue igual
o empeora, ni quisiera desearía ver las consecuencias que vendrán, por cierto,
un futuro nada halagador para nosotros y para nuestros hijos.
¿Por que
escribo este artículo?, quizás para desahogarme, reflexionar o quizás para dar
una recomendación para solucionar estos problemas o esperar que alguien me lea
y me diga si estoy o no en lo correcto.
Bandos
irreconciliables
Venezuela,
llamada por Cristóbal Colón "Tierra de Gracia", esta partida ahora en
dos desde hace tiempo gracias a cuestiones políticas, económicas, culturales y
por intereses externos; este país que a pesar de todos los pesares, decepciones
y sufrimientos que he pasado en el, me dio el espacio para nacer dentro de su
seno y me ha dado oportunidades a pesar de todo.
En un
bando, se encuentra el gobierno de corte socialista fundado por el comandante
Hugo Chávez Frías, quien después de su muerte ya casi un año, está ahora
dirigido por Nicolás Maduro junto con el conglomerado de aliados políticos y
grupos sociales de ideología de izquierda encabezados por el Partido Socialista Unido de Venezuela o P.S.U.V. ; la misma se le conoce en el país
como Socialismo del Siglo XXI o Chavismo (en honor al comandante Chávez).
Hugo Chavez |
En el
otro bando, se encuentra el grupo político y social formado por la oposición,
llamada Mesa de la Unidad Democrática o M.U.D., de corte liberal y de derecha
política, conformado por los antiguos partidos antes en el poder, grupos
políticos liberales, grupos juveniles y demás miembros.
Los
primeros, de la mano dirigente de Chávez desde 1998 por la clase humilde y
apoyados por grupos poderosos de la izquierda política, antes perseguida en
años pasados por el anterior gobierno, mantienen como estandarte la lucha
contra la pobreza, la promoción y el establecimiento de la igualdad y la
justicia social en todos los ámbitos, el poder del partido y estado benefactor
con el pueblo, la lucha contra la pobreza y el sistema capitalista, la
integración latinoamericana, el poder popular, la lucha anti-imperialista, la promoción
de los valores colectivos, entre otros.
Los
últimos, los pertenecientes a la M.U.D., al igual que en tiempos pasados,
sostienen por el contrario, la defensa de la libre empresa, la doctrina liberal
y democrática, el anticomunismo, la no intervención estatal en asuntos
económicos y sociales, la meritocracia, la promoción de valores conservadores y
tradicionales, la defensa de la propiedad privada, etc.
Según el
chavismo, la oposición es heredera y a la vez responsable de los 40 años de
corrupción, tiranía, destrucción nacional cuando aquellos estaban en el poder
gracias a la entrega económica, cultural y social del país a intereses
económicos nacionales y extranjeros, de su represión política, de la miseria
más destructiva, la desigualdad imperante en esa época, el desprecio social de
los ricos contra las clases humildes y por negar desde siempre los derechos
humanos más fundamentales en el pasado y en la actualidad. También
responsabiliza a la oposición en el pasado y en el presente de generar actos de
conspiración y terrorismo así como traición a la patria, fomentar la
intolerancia, promueven la violencia, realizan alianzas con gobiernos
extranjeros para derrocar el gobierno, el desfalco económico por el
desabastecimiento de la comida, la especulación y la inflación causada por
algunas empresas privadas que apoya a la oposición y por ende, generar el caos
desde la subida de la izquierda al poder hasta el presente.
Para la
izquierda, la oposición desprecia el país, ya que solo prefiere el interés individual
y de su clase social antes que del colectivo.
En cambio
la oposición afirma que su misión es salvar al país de un desastre inminente
que había empezado la izquierda desde hace 15 años, ya que el chavismo es
responsable de la crisis política, económica y social más grande de su
historia: defalco del erario público (obviamente, corrupción), división y
enfrentamiento social por la promoción de la lucha de clases, expropiación de
propiedad privada, la creación por pasos de un sistema totalitario dictatorial
con ayuda extranjera, la división del país, la destrucción de la familia, la
posible anexión del país a otro con dictatorial de espaldas a los intereses de
los venezolanos, la quiebra de empresas y la debacle económicas por las
políticas del gobierno socialista, el aumento exponencial de la delincuencia,
el tráfico de influencias, generar intolerancia entre los habitantes, entre
otros males.
Venezuela
ahora está ya partida en dos, dividida en dos bandos, dos ideologías, dos
métodos de gobernar, dos formas de ver y actuar en este mundo y por cada día
que pasa son mas irreconciliables y más firmes en sus opiniones, protegiendo a
capa y espada su forma de ver la vida mientras todo alrededor se cae a pedazos
sin una luz de solución.
En el
momento en que toda Latinoamérica celebraba los 200 años de su independencia de
España, en armonía sin importar bandos o diferencias de algún tipo como
hermanos, aquí por el contrario, gobierno y oposición, chavistas y partidarios
de la M.U.D., seguían con la lucha política, con las marchas, con algunos
disturbios, paros nacionales y demás, solo que a diferencia de ahora, antes no
estaba más radicalizada aun.
Los dos
grupos celebraron la fecha por separado, con expresiones de resentimiento,
recriminación y culpándose uno al otro de los diversos problemas existentes y
eso hizo que muchos vieran la fecha como algo político y algo banal, como si
fuera un día más, como un pretexto para la campaña política.
En el
pasado 12 de febrero de este año, se celebró el bicentenario de la Batalla de
La Victoria, en el que jóvenes, en su mayoría adolescentes, al mando de José
Félix Ribas, un oficial del ejército
patriota durante la guerra de independencia, derrotaron los ejércitos del
general realista José Tomas Boves en ese mismo día en 1814; eso trajo como
resultado, a parte de una victoria que fortalecía las fuerzas independentistas,
como día de celebración nacional, con el nombre de El Día de la Juventud en
Venezuela. Sin embargo, durante las festividades, empezaron las protestas estudiantiles
en contra el sistema de gobierno chavista, los saqueos, enfrentamiento entre
bandos políticos y sociales, las primeras víctimas fatales y por ende, el
inicio de este conflicto que cada día se agrava aun mas.
Entonces
ahora nos preguntamos: ¿para qué celebrar una fecha de concordia nacional si
hay conflicto constante? ¿para qué ver las cosas positivamente y con la fe en
que todo va a mejorar si hay ahora más odio contenido que sube como espuma?
Algunos,
incluyéndome, nos sentíamos así y sentía vergüenza que mientras todos los
países del mundo celebraban sus bicentenarios, veían al mismo tiempo que
Venezuela cumplía años de liberada, siendo esclava de una tensión social casi
permanente.
Un poco
de historia para comprender la crisis
Sin
ánimos de ofender a nadie o que querían tomar estas palabras como falta de corrección
política, pero recuerdo que cuando apenas era un niño existía pobreza, existía
delincuencia, existía desde tiempos inmemoriales el racismo como todo tipo
discriminación en todos los ámbitos de la vida y la corrupción general estaba
más que institucionalizada; la gente estaba en una situación tan precaria que
aparte de vivir en chozas indignas para un ser humano, algunas familias comían
alimento para perros por ser más económico, para no gastar gran parte de su
mísero ingreso mensual.
Había
múltiples protestas en el país por grupos en contra del sistema político de esa
época y no era raro que la policía matara a balazos a estudiantes sin ningún
remordimiento con el beneplácito del gobierno, los casos de corrupción y las
múltiples denuncias de crímenes diversos contra la sociedad terminaban casi
siempre engavetados en las polvorientas bóvedas de los archivos de los
tribunales de justicia, formando así un ambiente de impunidad total y desesperanza.
Solamente
en Caracas, capital de Venezuela, ocurría como mínimo treinta asesinatos cada
fin de semana por armas de fuego y armas blancas, convirtiéndola una de las
ciudades más peligrosas del planeta.
Existía
también el bipartidismo fomentado y acordado mediante pactos o acuerdos de
alianza y gobernabilidad que al mismo tiempo promovía un programa único de
gobierno así como la exclusión de otros grupos políticos alternativos o de
izquierda radical. El pacto, conocido como "Pacto de Punto Fijo"
estaba conformado por dos grandes partidos con ideologías iguales pero con
conceptos más o menos diferentes de gobierno: Acción Democrática y COPEI, ambos
de derechas.
El
ochenta por ciento de los habitantes del país estaba en una situación de
pobreza; mas de la mitad de esa cifra, en miseria extrema o critica. En los
programas sensacionalistas de televisión mostraban a gente viviendo en los
rellenos públicos de basura comiendo desperdicio de comida podrida ante la
indiferencia de los políticos en el poder y de las clases privilegiadas junto
con el morbo del televidente de esa época.
El
desangre de la economía era abismal gracias al robo de recursos, tanto que
entre 1974 y el inicio de la década del 2000 se fugaron de Venezuela entre
80.000 y 100.000 millones de dólares, algo así como el triple de la deuda
exterior venezolana que aun no se pagaba ni se abonaba siquiera, asfixiando ya
la paupérrima economía. Todos estos problemas y demás males no mencionados a
que existían en esa época y que lo recuerdo aun a pesar de tantos años.
Aparte de
los estallidos sociales, los toques de queda eran muy comunes en esa época en
donde las protestas estudiantiles, alzamientos populares, intentonas golpistas
y conspiraciones ponían en jaque a un sistema político ya en franca decadencia.
Luego
vino un fenómeno: Hugo Chávez Frías, antiguo oficial del ejército venezolano
que intentó derrocar a Carlos Andrés Pérez, el presidente de esa época y que
luego de su fallido intento de toma del poder en 1992 pasó junto con sus
compañeros de armas algunos años de prisión y gracias a un indulto presidencial
consiguió su liberación; luego mostró a un pueblo los vicios y problemas que
nos esclavizaban desde hacía ya cuatro décadas de bipartidismo democrático, les
mostró una salida, una posible redención y un camino hacia una Venezuela mejor
que la que todos nosotros estábamos malviviendo, donde no existirían la pobreza
ni la desigualdad, donde existiría un nuevo sistema económico y un modo de
vivir diferente al que estábamos sometidos.
Después
de su primera de tantas victorias electorales, empezaron a cambiar un poco las
cosas, más bien cambiaron muchas cosas y muchas mentalidades: fue el primer
presidente de la historia, a pesar de sus errores políticos o estratégicos y pugnas
de poder, aunque muchos nos neguemos a admitir, fue el primer presidente de la
historia de Venezuela que se acordó de los pobres, algo que nunca hizo sus
antecesores salvo por búsqueda de votos. Fue el único presidente que hasta el
sol de hoy que no se sabe si por cuestiones electorales o solo por sus dictados
de corazón hizo una serie de programas sociales implementados en su gobierno,
llamados misiones, que ofrecían ayuda económica, social y espiritual a la gente
necesitada de forma gratuita aliviando la carga pesada de pobreza en la
población, algunos de ellos salieron de la misma gracias a los mismos gracias a
la renta petrolera del país con las mayores reservas de hidrocarburos del mundo
entero, algo que gran parte de sus rivales políticos estaban en contra.
Por
primera vez en su historia, el país empezó a tomarse en cuenta en el plano
internacional, gracias al carisma y las tácticas políticas de su gobierno, así
por la influencia en la Organización de Países Exportadores de Petróleo u
O.P.E.P., donde gracias a la recomendación de Chávez, se subió la banda de
precios del petróleo, elevándolos y permitiendo que los países productores,
incluyendo Venezuela, registrara los ingresos petroleros de su historia y
tambien gracias al aumento del precio del barril del petróleo a raíz del
conflicto del Medio Oriente y las invasiones militares de Estados Unidos a
varios países.
Se empezó
a hablar de "socialismo vs capitalismo", "opresión", de
"lucha de clases", "lucha racial",
"imperialismo", "alianzas estratégicas", entre otros
términos que no se escucharon al menos para la gente común; los antes dueños
del poder y las clases media y alta del país, estaban en pie de guerra mientras
los nuevos gobernantes se imponían.
Luego de
años de logros importantes, a pesar de todas las innovaciones, de todo el
cambio de conciencia de la población, de las ayudas y de diversas cosas buenas
que vinieron después, la situación de tolerancia social y la relación entre
hermanos enfrentados, en vez de mejorar, empeoró.
Por
diversas razones, ahora más que nunca existen mucho más los conflictos sociales
y económicos, la lucha de poderes, el aumento exponencial de la pobreza y
crisis económica mucho peor que el régimen anterior por la pugna política y
social (a pesar del ingreso petrolero más alto de la historia), derroche
desmedido de recursos de la nación, el ataque desmedido e implacable de grupos
intolerantes en contra de las minorías, el aumento desbordante de la
delincuencia a niveles apocalípticos, ataques violentos de ambos bandos
(chavistas o izquierdistas en el poder y opositores de ideología liberal y de
derecha), devaluación de la moneda nacional a niveles record junto con la
creciente "estanflación" (estancamiento económico más la inflación
galopante), el riesgo de una posible intervención política y militar de varios
países poderosos (con Estados Unidos a la cabeza) y entre otros males que luego
de la muerte de Hugo Chávez (por cáncer después de catorce años en el poder por
medio de reelecciones consecutivas), ahora la situación está cada día mucho
peor.
Hoy,
mientras escribo estas líneas en el rincón de la sala, escucho disparos en la
calle desde lo lejos y consignas de ambos bandos, en el que familias enteras se
han dividido por cuestiones ideológicas, en el que ambos bandos no quieren
ceder, en el que potencias e imperios quieren invadir a esta Venezuela cansada
de tanta pelea, de tanta miseria económica y moral y con gente llena de
angustia.
Venezuela
sufre ahora mismo también el mayor desastre energético en su historia y también
en el plano económico; hay más muertos en el país por año mucho más que una
guerra en un país del Medio Oriente, ya las diferencias sociales y conflictos
de clase están mucho más recrudecidos que en décadas anteriores, y en estos
momentos las calles de mi cuidad están ahora con automóviles y cauchos
(llantas, ruedas o neumáticos) incendiándose por doquier, bombas molotov
incendiando supermercados, gente de ambos bandos golpeada salvajemente y
asesinada a balazos como un animal y eso ahora me indigna mucho mas, y peor
cuando nadie hace nada para solucionarlo.
Las
raíces del problema
Cada día
muchas y muchos de nosotras y nosotros vemos con impotencia que todo se está
yendo a la ruina por cada día que pasa y para muchos es mejor para todos que
ambos bandos quieren estar por el bien del país en una mesa a hacer la paz y
resolver juntos este embrollo que sufrimos desde hace décadas.
Esto nos
hace pensar de forma impotente, con frustración y angustia por cada día que
pasa, por cada día que nuestros bolsillos y estómagos están vacios por la
escasez, por cada muerto o herido que vemos en los diarios y en la televisión,
por ser testigos de cada rostro lleno de odio mostrado por un simpatizante sin
importar el bando, por las familias divididas por el odio sectario, político,
económico e ideológico, por cada crimen sin retribución o castigo, por los
casos de corrupción que se callan y no se resuelven, por las injusticias social
que cada día aumentan y por todo tipo de problemas más.
¿Por
qué?, es bastante extensa y complicada esa respuesta como para analizarla y
ponerla completa aquí (aunque haré un post relacionado para después) pero entre
las que existen están: la pérdida de valores en la sociedad (nos referimos como
valores como el respeto, el amor, la caridad, la tolerancia, honestidad, entre
otras virtudes) y la sustitución de estos por anti-valores como modelos a segur
(corrupción, intolerancia, codicia, falta de respeto, entre otros males).
Otro
factor de peso serian los intereses políticos, económicos y sociales de
nacionales y extranjeros, especialmente en el país con la reserva
biológica, petrolera y mineral más grande del planeta, mas la ubicación
geopolítica y estratégica del país, entre otros atractivos.
Escenarios
posibles por los momentos
Así
estamos en Venezuela, en no una, sino varias encrucijadas que encontramos en cada
paso que damos, pero que al menos puede haber soluciones si nos proponemos a
buscarla, estudiar el problema, plantear soluciones viables y salir del paso en
vez de tratar de ganar una batalla de la forma en que se está haciendo: con
violencia sin sentido, desprecio por la diferencia, la falta
de auto-conocimiento, de negar nuestras faltas ya más que a la vista, por
la deshonestidad y por no hacer nada para remediarlo.
Todo
conflicto, aunque no queramos que ocurra, es para evitar un mal mayor, no para
prolongarlo más y menos buscarlo como escusa para desviar problemas más
importantes.
Las
posibles escenarios para salir de esta crisis actual serian algo simples, pero
a la vez las más difíciles y algunas casi irrealizables sabiendo que los bandos
enfrentados están ahora muy enemistados y cada vez irreconciliables que
nunca:
1) Paz
y reconciliación nacional
Una
opción sería un tratado de paz y concordia, de reconciliación y reconstrucción
nacional por medio del dialogo con compromiso y sinceridad entre políticos y
simpatizantes del gobierno y oposición, junto con representantes de la economía
nacional, entes como la Organización de las Naciones Unidas, países
latinoamericanos y potencias como Rusia, China, Estados Unidos, y con la
participación directa y responsable de toda la ciudadanía en general, sin
importar bandos o neutralidades; sería esa opción lo más recomendable, la que
se está llevando a cabo a dura penas al menos por los momentos. Es la opción que
menos pueda resultar, aunque no imposible si ambos bandos se proponen con
sinceridad, con compromiso, respeto mutuo y la voluntad para salir de la
crisis.
Así se
hizo en Sudáfrica después del régimen racista del Apartheid y en el cese de
hostilidades en Centroamérica.
2)
Desgaste político
La
segunda opción, la más simplista, pero también la más indolente, sería que todo
siguiera su curso hasta que uno de los dos bandos terminen desgastándose y
ceda, dé concesiones (dar parte del poder, puntos claves en el gobierno o
reconocimiento de autoridad), pero por la psicología y planes de ambos bandos
sería más que imposible, ya que si resultase ese caso, habría igual
inestabilidad o una peor que ahora y no se habría hecho nada a causa de las
diferencias ideológicas y políticas.
3) Pacto
de gobernabilidad
La
tercera opción sería un pacto gobernabilidad dual de ambas corrientes políticas
e ideológicas, pero sería también ineficaz por razones culturales y porque la
lucha de poderes y de clase sociales en Venezuela es ahora más intensa y
desarrollada, muy prolongada, con muchas heridas abiertas y por lo tanto
inviable; ambos bandos no quieren para nada esa propuesta. Si desde el
principio o si después de dos o tres años, cuando el gobierno socialista y la
oposición hubiera hecho un pacto de gobernabilidad, un cogobierno hubiera sido
más que probable y más si hubiera existido un tratado de paz o reconciliación
de por medio también.
4) Rendición
La cuarta
opción sería que el gobierno o la oposición se rinda con o sin condiciones para
que el otro mantenga u obtenga el poder según sea el bando. Si bien ese punto
sería bueno para el país, sería por corto tiempo, ya que a la larga habrá más
conflictos y empeoraría la situación por seguir en pugna o por los desacuerdos,
los rencores y las ambiciones políticas; además, si la oposición sería gobierno,
el gobierno seria oposición y en cierto modo todo sería igual o peor.
5) Estado
de emergencia nacional
La quinta
opción, buena para el gobierno, pero la más polémica para el resto de la
ciudadanía, es sin duda declarar el estado de excepción, de emergencia nacional
o de sitio, con restricción o suspensión de garantías constitucionales, toques
de queda, control militar de las calles y proclama de leyes y ordenes por
decreto. Eso sería contraproducente, ya que eso traería consigo una respuesta mucho
más enérgica y temeraria de la oposición y sus seguidores, así como la
decepción de los seguidores del gobierno socialista y la condena de varios
países en el mundo, además del llamado de atención de medios de comunicación y
potencias extranjeras hostiles al chavismo venezolano, agravando aun mas a la
crisis.
6) Golpe
de estado
La sexta
opción y también la que tiene mucho más peso en estos momentos y la menos
deseada de todas por ser traumática para la nación, es un cruento golpe de
estado, bien sea de parte de militares y opositores o un "autogolpe"
de estado por parte del mismo gobierno para tener más poder y control ante la
crisis; este punto es el que más toma fuerza, pero con consecuencias nefastas a
largo plazo: ese fue el caso del golpe de estado de Chile en 1973 por parte de
las fuerzas armadas al mando de Augusto Pinochet, que generó mas de decenas de
miles de muertos, torturados y desaparecidos, junto con el resentimiento entre
los chilenos de ambos bandos. Otro caso sería el autogolpe de estado de Alberto
Fujimori, en Perú, en el cual generó persecuciones, asesinatos, quiebre
institucional y caos social que duraron más de una década.
7) Guerra
La mas
fatal y más terrible de las opciones que pueden darse, y la que menos deseamos,
es una guerra civil entre hermanos o la posibilidad real de una invasión
extranjera y/o el surgimiento de guerrillas, grupos paramilitares, un
enfrentamiento bélico entre países por intereses económicos y estratégicos.
Las
últimas veces que en Venezuela hubo conflictos bélicos de importancia y
gravedad, fue en la Guerra de independencia, La Guerra Federal (ambas ocurridas
en el siglo XIX), la lucha clandestina de las guerrillas contra gobiernos
dictatoriales (desde los 1900 hasta 1958) y en contra el gobierno puntofijista
desde 1958 hasta los 1980; las primeras dos guerras fueron las más sangrientas
de la historia, pero las del siglo XX fueron las más esporádicas y furtivas, a
pesar de la crudeza de esos conflictos. Desde entonces, salvo tácticas represivas
en contra de la izquierda venezolana, no hubo siquiera una guerra de magnitud
importante y muy sangrienta,aun en esta época de tensión política y el ejército
nacional no estaría preparado para ello por la poca experiencia bélica y mucho
menos en el plano internacional, aun si tuviese todo el arsenal de ultima
tecnología; si esto ocurriese, el colapso nacional y la fragmentación del país
seria un hecho y por lo tanto, significaría el fin de Venezuela tal y como la
conocemos hoy.
Para mí,
en lo personal, sería más viable para todos la primera opción, por ser la más
adecuada, pero es la más difícil de todas, ya que depende de todos los actores
políticos enfrentados, de todos nosotros y de dar un cambio para bien.
Reflexiones
para un país en conflicto
Cualquier
imperio, institución o nación, así sea la más desarrollada no puede estar en
conflicto, en represión, en mentiras, conspiraciones, con falta de valores
esenciales ni en injusticias de todo tipo durante mucho tiempo, ya que por el
agotamiento de todo recurso humano, económico y demás entrara en un colapso que
jamás podrá salir librado; si no me creen, vean e investiguen que fue lo que le
pasó a la civilización griega antigua, al antiguo Imperio Romano, a la más que
extinta Unión Soviética, la Kampuchea Democrática de Pol Pot, el Imperio
Británico, la monarquía en Francia, a la Alemania Nacionalsocialista, a
instituciones económicas como el grupo Lehman Brothers, artistas como Michael
Jackson, y un largo etcétera que haría de este post una segunda
Biblia.
¿Soluciones
dolorosas o que puedan tragar el orgullo de algunos? pues miren el caso de
Sudáfrica con el de Nelson Mandela y verán que hay todavía más esperanzas de
algo mejor a esta esta situación.
Para
terminar este post quiero aclararles una cosa, y podo que piensen esto por un
rato y saquen sus conclusiones: ¿no estarían o están cansados ustedes de tanta
diatriba sin opciones viables?
De verdad
les digo, ¡y si!, es verdad, admito que pueda sonar algo utópico, algo
verdaderamente rosa e idílico de verdad, pero sueño con un país donde se viva
en paz y armonía en donde exista la tolerancia sin importar partidos políticos,
raza, filosofía y opiniones; donde la gente respete las opiniones al igual que
la dignidad de cada quien y donde las personas caminen con tranquilidad en la
calle sin que sufra daño de terceros.
La
decisión de actuar de forma equilibrada e inteligente por parte de todos
nosotros es vital para mejorar esta situación, no de la forma en que se está
haciendo, agrediéndose mutuamente y sin solución.
No se
trata de cambiar las cosas solamente con una fe o por puro optimismo vacio o
aprendido, se cambia las cosas primero nosotros mismos, y luego los demás
investigando, aprendiendo del pasado, planear las acciones que se tomen y tratando
por todos nosotros de forma conjunta y organizada y depende de la situación,
arreglar las cosas en paz. Una guerra o cualquier enfrentamiento seria una
opción fácil, con soluciones rápidas y definitivas como última opción y sin
retorno, aunque con graves consecuencias para uno u otro bando; pero si estas
opciones están presentes y seguimos igual o peor, entonces veremos un país que
irá a la ruina, no únicamente por políticos, facciones o cualquier sistema
religioso o político, sino todos nosotros en conjunto por no poder prevenir un
desastre.
Momentos
difíciles y tortuosos está pasando en Venezuela en este instante, y todos,
todos y cada uno de nosotros debemos estar todos de acuerdo en planear un
sistema o un acuerdo de convivencia y de pacificación sin trancas políticas ni
rencores que lo impidan, así como un modo en que podamos superar esta crisis,
gobernarnos con igualdad, protegernos de cualquier peligro interno o externo,
donde todas y todos tenemos voz y voto.
Pero solo
lo podemos hacer, si cada uno de nosotros empieza a hacer consciencia no solo
de la situación en que se vive, ni la de las demás personas tampoco, sino
primero ser conscientes de nosotros mismos; auto-conocernos, es decir, cuáles
son nuestras fallas como persona, cuáles son nuestros pesares y cuáles son
nuestras posibilidades y empezando con eso, tratar de cambiar nosotros mismos,
eliminando nuestros errores o defectos personales, una tarea de verdad difícil,
pero que a la larga, podemos conseguir esa meta y lograr el cambio personal,
teniendo tan solo una cosa: voluntad de hacerlo. Luego de cambiarnos como
persona primero, se consigue el despertar de una consciencia para uno mismo y
luego para los demás; en definitiva: cambiándonos nosotros mismos, lo hacemos
con todo lo demás y solo así se consigue una verdadera armonía entre todos.
Venezuela
tiene mucho potencial, humano, material y espiritual de enormes proporciones;
hay que aprovecharlos, hay que incentivarlos, hay que protegerlos, pero eso no
se logra con más conflictos que se empantanan.
Por el
bien de todos y por el futuro de los jóvenes, no desperdiciemos el tiempo y
actuemos con conciencia y razón, cambiemos nosotros para bien y cambiemos el
país para mejor, pero no de la manera en que la está destruyendo.
Lo que voy a decir creo que no les gustara a nadie, pero es lo mas realista y sincero que puede haber en estos momentos: muchos chavistas y opositores han caído muertos o han sido heridos en estos enfrentamientos por igual, muchos neutrales y victimas inocentes sin afiliación política también han sido afectados de una u otra forma; una vida es una vida y quizás en las excepciones mas drásticas, nadie tiene derecho a quitarla y menos por cuestiones de lucha política que pueden resolverse en un escritorio o con votos. No debemos tampoco parcializarnos de que muerte es mas importante, de que depende de un partido o clase social una muerte o unos heridos son mas prioridad de que el otro, es cuestión de sentido común pensar que si bien se comprende que los enfrentamientos han sido desde tiempos antiguos el motor de la historia, lo es también el respeto y la hermandad entre hermanos.
Por eso les digo de todo corazón, desde el rincón de una sala de una residencia ni tan humilde ni tan ostentosa, alguien que por ahora esta sin trabajo, alguien que desde hace ya días atrás testigo y victima a la vez del odio, de golpizas y maldiciones de parte y parte, que piensen en el futuro de todos y no de su furia política, porque el verdadero liderazgo no lo hace los que mandan y explotan a sus semejantes, sino el de proteger y servir al pueblo donde ha nacido; ese es el camino de las grandes personas, no ser reconocidos como destructores de su nación, sino grandes seres de la humanidad.
Se que esto es una utopía, pero cuando esas mismísimas utopías y sueños mueren, es que los mismos se han vuelto realidad, no por algo o por alguien, sino por decisión soberana de todos y cada uno de nosotros por nuestra voluntad como alimento; asi se logran todas las cosas buenas perfectas de este mundo, y a parte de la forma cruel y despiadada, no conozco otra.
El
destino del país no solo lo puede hacer los bandos políticos, las ideologías y
las intenciones, solo debemos hacerlo todos y cada uno de nosotros, por la
razón y la conciencia de nuestra parte como brújula para salir de la
encrucijada en que estamos ahora mismo. Ese es el camino en que opino de forma
personal, deberíamos seguir, para tener por siempre el derecho de vivir en
paz...
Lo que se
debe hacer es hacer, no decir, solo así es la manera de que esta Tierra de
Gracia salga para adelante y no en un berenjenal donde muchos la están llevando
y del que quizás no podría salir jamás.
"No hay camino para la paz... la paz es el camino"
Mahatma Gandhi